Hablamos de fraude mercantil cuando en una transacción, contrato u operación entre dos o más personas se llevan a cabo prácticas contrarias a la verdad. El fraude mercantil se produce entonces en forma de modificación de los documentos, productos o falsificación del verdadero estado económico y financiero. Esta mala praxis desencadena en un perjuicio de interés de terceros.
Nuevamente el papel de nuestro equipo de detectives privados es investigar la veracidad de esos documentos, o analizar más detalladamente ese contrato o transacción, con el fin de encontrar un posible fraude.
Un detective, gracias a su acreditación, está autorizado a realizar cierto tipo de grabaciones, ya sean de audio o de vídeo, con el que poder recoger pruebas que demuestren ese posible fraude. En ese caso, contar con la ayuda de este tipo de profesionales puede evitar que se incurran en mayores perjuicios.
En Detectives IRIS recabaremos la información necesaria para demostrar que los productos intercambiados, así como las operaciones económicas realizadas no están siendo objeto de ninguna mala práctica, y si se diera el caso, recogeremos toda la información necesaria para solicitar una cesión de contrato o devolución, y así hacerle frente al fraude mercantil incurrido.